Un neurólogo advierte sobre cuatro alimentos poco conocidos que podrían afectar gravemente tu salud cerebral. Descubre cuáles son y por qué evitarlos.
Con años de experiencia como neurólogo y epileptólogo en la Universidad de Michigan, Baibing Cheng ha identificado ciertos alimentos que, aunque no suelen aparecer en las listas comunes de alimentos nocivos, podrían representar un riesgo severo para el cerebro. En una entrevista con Make It de la CBC, Cheng explicó por qué estos productos deberían evitarse, detallando sus efectos potencialmente devastadores sobre el sistema nervioso.
Productos enlatados en mal estado
El primero en la lista de Cheng son los productos enlatados, pero con una advertencia específica: aquellos que presentan señales visibles de daño. Si una lata está abultada, agrietada o muy abollada, podría estar contaminada con toxina botulínica, una de las toxinas más potentes conocidas.
Este compuesto puede causar botulismo, una enfermedad potencialmente mortal que bloquea la liberación de neurotransmisores responsables del movimiento muscular. Entre sus síntomas se encuentran visión borrosa, parálisis e incluso insuficiencia respiratoria. Cheng advierte que calentar la comida contaminada no garantiza la neutralización de la toxina, por lo que es esencial evitar consumir alimentos enlatados que presenten anomalías en su envase.
Leche no pasteurizada
Aunque algunos defienden el consumo de leche cruda, Cheng señala que este tipo de leche es una fuente común de bacterias peligrosas como listeria, E. coli y salmonela. Su consumo genera 840 veces más enfermedades y 45 veces más hospitalizaciones que la leche pasteurizada, según el especialista.
Los grupos de mayor riesgo incluyen a niños, mujeres embarazadas, adultos mayores y personas con el sistema inmunológico debilitado. Las posibles consecuencias son graves: desde abortos espontáneos hasta síndrome urémico hemolítico o incluso la muerte. Por ello, la recomendación es clara: optar siempre por leche pasteurizada para evitar estos riesgos.
Peces tropicales de gran tamaño
Los peces como la barracuda, mero, esturión, morena o pez limón, capturados en regiones con arrecifes de coral (como el Caribe o el Pacífico Sur), pueden contener ciguatoxina, una neurotoxina natural que no se elimina con la cocción.
Cheng aconseja limitar el consumo de peces depredadores grandes y evitar específicamente el consumo de ciertas partes del pescado, como el hígado, las huevas y las cabezas. Además, insta a tener especial precaución en zonas endémicas, donde el riesgo de intoxicación es mayor.
Carne de cerdo cruda o a medio cocer
El consumo de carne de cerdo mal cocida puede derivar en neurocisticercosis, una enfermedad causada por la ingestión de huevos de la tenia del cerdo, un parásito intestinal que puede afectar directamente el sistema nervioso.
Las larvas del parásito pueden migrar hasta el cerebro, provocando síntomas severos como convulsiones, aumento de la presión intracraneal e incluso manifestaciones similares a la demencia. Para evitar esta enfermedad, se recomienda cocinar completamente la carne de cerdo antes de consumirla.
Este contenido tiene fines meramente informativos. Ante cualquier duda relacionada con tu salud, consulta siempre con un profesional médico.