El cantante urbano chileno enfrenta un conflicto con la marca multinacional por el uso de su nombre artístico.
El Jordan 23, nombre bajo el cual Jordan Carrasco ha desarrollado su carrera musical, está en el centro de una controversia legal luego de que Nike se opusiera a que el artista registre su nombre en el Instituto Nacional de Propiedad Industrial (Inapi).
Un conflicto entre marcas y notoriedad mundial
El conflicto surgió cuando Jordan Carrasco, conocido como El Jordan 23, intentó registrar su nombre en Inapi para proteger su marca en el ámbito musical. Sin embargo, Nike presentó una objeción, argumentando que el nombre podría generar confusión con sus productos, específicamente con la línea de zapatillas Jordan 23, inspiradas en el legendario basquetbolista Michael Jordan.
Según el abogado Ángel Labra Castillo, especialista en propiedad industrial, los productos a los que hace referencia Nike son de categorías distintas a las que busca proteger El Jordan 23. Mientras que Nike se enfoca en calzado y ropa deportiva, el cantante desea registrar su nombre para servicios musicales, lo que en principio debería permitir la coexistencia de ambas marcas.
El principio de especialidad en disputa
Un punto clave en esta disputa es el principio de especialidad de las marcas. Este principio sostiene que marcas similares pueden coexistir siempre que protejan productos o servicios distintos. Labra Castillo subraya que las actividades musicales que busca resguardar El Jordan 23 no deberían entrar en conflicto directo con los productos deportivos de Nike.
Sin embargo, Nike no ve las cosas de la misma manera. Flavio Belair, abogado del estudio Johansson y Langlois que representa a la multinacional, indicó que al ser la marca Jordan de notoriedad mundial, la protección de su nombre trasciende el principio de especialidad. Para Nike, la similitud entre «El Jordan 23» y su línea de productos podría generar confusión entre los consumidores, incluso en el ámbito de los espectáculos en vivo.
¿El Jordan 23 podría perder su nombre artístico?
Uno de los puntos más delicados de la discusión es que Nike sostiene que su marca patrocina eventos en vivo y espectáculos, una categoría que coincide con los servicios que El Jordan 23 busca proteger bajo la clase 41 en Inapi. Esto refuerza la posibilidad de que se genere una confusión en el público, al asociar erróneamente al cantante con la marca deportiva.
Belair además mencionó que hay precedentes legales en Chile donde Inapi y el Tribunal de Propiedad Industrial han hecho excepciones al principio de especialidad en casos de marcas mundialmente conocidas. De ser este el caso, Jordan Carrasco podría verse forzado a abandonar el uso de «El Jordan 23» para sus actividades musicales.