Dispar. Así podría calificarse el 2022 para las concesionarias de los clubes de fútbol, ejercicio donde el retorno a la normalidad tras la pandemia global impulso un alza importantes en los ingresos de los equipos.
En este contexto, Blanco y Negro, concesionaria de Colo Colo, reportó ventas por $28.847 millones al cierre del 2022, es decir un 95,55% por encima de las ventas del año anterior, las que alcanzaron $14.751 millones. Esto, debido “al aumento en los ingresos por recaudación, por el levantamiento de las restricciones de aforo, ingresos por derecho de televisión por la participación en Copa Libertadores y Copa Sudamericana, por la venta de jugadores y por el arriendo del estadio para conciertos”, explicó la firma en su análisis razonado.
En el detalle, la sociedad comunicó que en 2022 se está reconociendo los ingresos por abonados correspondientes a 2020 que estaban pendientes por no poder jugar con público, y que en los ingresos por venta de jugadores, en 2022, fue contabilizada la venta de Iván Morales al Club Cruz Azul, la de Pablo Solari al Club River Plate y la de Williams Alarcón al Club La Calera.
Con esto, el resultado final del período de Blanco y Negro S.A y sus filiales al 31 de diciembre del año pasado fue de $791 millones, una mejora sustancial respecto de las pérdidas de $2.378 millones de 2021.
Mientras la concesionaria de Colo Colo volvió a los números positivos, en Azul Azul aún registraron pérdidas, pero estas fueron menores a las del ejercicio previo.
Así, la sociedad detalló que al cierre de 2022 las pérdidas llegaron a $1.626 millones, inferior a las de $2.284 millones de 2021.
“La pérdida consolidada al 31 de diciembre de 2022 comparada con la registrada a igual periodo anterior, representa una variación de $587.963, los factores que influyeron en esta variación es una mejora en la recaudación de los espectáculos deportivos, a su vez, el hecho de no jugar en el Estadio Nacional tuvo como consecuencia el aumento de los costos de partido. Otro factor importante ha sido el cambio de técnicos y gerentes deportivos, lo que significa un aumento de costos por concepto de indemnización”, detalló Azul Azul en su análisis razonado.
A la vez, comentó que “los pasivos no corrientes presentaron un aumento del 33%, producto del refinanciamiento de los compromisos bancarios, los cuales fueron financiados con emisión y colocación de bonos de largo plazo, bonos emitidos a un vencimiento de 10 años”.
Cabe recordar que en diciembre de 2022 Azul Azul colocó en el mercado local bonos por UF400.000, equivalentes a $14.226 millones.
El ratio de Deuda Total/ Patrimonio se elevó desde 2,04 veces en 2021 a 3,05 veces en 2022, esto pues “el patrimonio disminuyó en un 21%, producto de la pérdida neta”, dijo en su análisis razonado.
De pérdidas por $3.538 millones en 2021, a ganancias por $1.251 millones en 2022. Ese es el resultado de Cruzados, concesionaria de Universidad Católica, sociedad que reportó los mayores beneficios entre los grandes equipos el año pasado.
La compañía informó que en 2022 los ingresos de explotación llegaron a $23.521 millones (por sobre los $14.081 millones de 2021), dentro de los cuales los principales son ingresos por venta de jugadores, por $6.464 millones; ingresos de publicidad y auspicios, por $ 5.652 millones; ingresos por derechos de TV, por $3.030.675 millones; ingresos de reparto ANFP por $3.951 millones, e ingresos por borderó, por $1.985 millones, entre otros.
Con esto, el resultado operacional pasó de pérdidas de $1.469 millones a ganancias por $5.060 millones.
En junio de 2022, Cruzados concluyó un aumento de capital de $9.131 millones para remodelar el estadio San Carlos de Apoquindo. La construcción del nuevo recinto contempla una duración 18 meses en las obras, lo que implicaría que el nuevo recinto de Universidad Católica podría estar listo durante el primer trimestre de la temporada 2024.