Este lunes se cumplen dos semanas desde que una niña de 3 años cayó a un pozo en el distrito de Kotputli, en el estado de Rajastán, al norte de la India. El incidente ocurrió el pasado lunes 23 de diciembre y ha movilizado a equipos de rescate en un operativo que sigue enfrentando desafíos.
El accidente y las labores de rescate
La menor estaba jugando con su padre cerca de una aldea cuando, en cuestión de segundos, cayó en un pozo de más de 40 metros de profundidad. Desde entonces, más de una decena de operarios, con apoyo de excavadoras y otras maquinarias, han trabajado día y noche para lograr su rescate, según informó la agencia PTI, citada por EFE.
El mismo día del accidente, las autoridades lograron acercar a la niña hasta unos nueve metros de la superficie utilizando un aro metálico atado a una cuerda. Sin embargo, no han podido sacarla debido a complicaciones geológicas.
Desafíos en el rescate
El encargado de la Fuerza Nacional de Respuesta a Desastres de la India (NDRF), Yogesh Kumar Meena, explicó que una roca sólida está bloqueando el camino hacia la menor. «La roca sólida está causando una dificultad significativa (…) El trabajo continúa y esperamos cortar la roca que bloquea el camino pronto», señaló anoche a medios locales.
Accidentes frecuentes en pozos de la India
Según las autoridades, este tipo de accidentes son frecuentes en la India, especialmente en áreas rurales, debido a la presencia de pozos ilegales o su mala señalización. Estos pozos, muchas veces abandonados o sin las protecciones adecuadas, representan un grave peligro para las comunidades locales, en particular para los niños.
La situación ha vuelto a encender el debate sobre la necesidad de regulación y control más estrictos en torno a la construcción y mantenimiento de pozos en el país.