La mayor ofensiva contra la aviación rusa en lo que va del conflicto fue orquestada en secreto por más de un año y medio, causando pérdidas millonarias y aumentando la tensión bélica.
El presidente Volodímir Zelenski confirmó que la acción fue ejecutada por el Servicio de Seguridad de Ucrania con apoyo táctico de drones de largo alcance. El ataque coincide con nuevos intentos internacionales por avanzar hacia una salida diplomática.
Golpe estratégico: Ucrania destruye aeronaves clave en bases rusas
En una operación de precisión sin precedentes, más de 40 aviones militares rusos fueron destruidos en cinco aeropuertos distintos, mediante un ataque coordinado con drones camuflados y transportados en camiones. El propio Zelenski reveló que la misión requirió un año, seis meses y nueve días de preparación, destacando el nivel de planificación y sigilo involucrado.
Entre las aeronaves destruidas se incluyen varios A-50, modelos de vigilancia y comando aéreo vitales para las operaciones rusas. Estos aparatos permiten detectar defensas aéreas y coordinar bombardeos a larga distancia, por lo que su destrucción representa un golpe significativo a la capacidad operativa de Moscú.
Según estimaciones ucranianas, los daños materiales ascienden a más de 7.000 millones de dólares, cifra que todavía no ha sido confirmada por fuentes rusas.
Respuesta rusa deja al menos 12 soldados muertos
Como represalia, Rusia lanzó una ofensiva que incluyó siete misiles y múltiples drones contra posiciones militares en Ucrania. Un ataque contra una unidad de instrucción del ejército dejó al menos 12 soldados ucranianos muertos y más de 60 heridos, según información oficial de Kiev.
Las autoridades ucranianas señalaron que este tipo de represalias era esperable, aunque la magnitud del ataque ruso evidencia una escalada peligrosa en el conflicto.
Contexto internacional: ataque ocurre en vísperas de ronda diplomática en Estambul
La ofensiva ucraniana tuvo lugar horas antes de la llegada de delegaciones internacionales a Estambul, donde se realiza una nueva ronda de negociaciones enfocadas en lograr un cese al fuego entre ambas naciones.
El presidente turco, Recep Tayyip Erdoğan, se sumó a los esfuerzos diplomáticos como mediador, aunque las condiciones en el terreno —marcadas por el reciente ataque— complican cualquier posibilidad inmediata de tregua.
Analistas internacionales consideran que este ataque podría fortalecer la posición negociadora de Ucrania, aunque también podría provocar una intensificación de las hostilidades por parte de Rusia en los próximos días.