Indignación ha generado la decisión judicial que dejó en libertad a Martín De Los Santos, empresario de 32 años, tras ser formalizado por la agresión a Guillermo, un conserje de 70 años, ocurrida en la madrugada del sábado en la comuna de Vitacura. La víctima terminó con graves lesiones faciales que podrían dejarlo ciego de un ojo, mientras que el imputado solo quedó con firma mensual y arraigo nacional.
Agresión sin provocación: “Le pidió un cigarro y lo golpeó brutalmente”
Según relató Héctor Oyarzún, hijo del conserje agredido, los hechos ocurrieron alrededor de las 3:30 de la madrugada mientras su padre realizaba una ronda en su lugar de trabajo. El agresor, presuntamente bajo los efectos del alcohol, le pidió un cigarro al conserje, quien respondió que no fumaba. Acto seguido, lo golpeó por la espalda sin provocación alguna.
“Mi papá cae al suelo en la entrada y lo golpea con pies y puños, dejándolo muy mal”, explicó su hijo.
Incluso, testigos señalaron que ese mismo día el agresor habría golpeado a otras dos mujeres, quienes no habrían dejado constancia en Carabineros.
Formalización y polémica: “¿Cómo va a ser riña si es un caballero de 70 años?”
Durante la audiencia de formalización, el empresario alegó que no recordaba lo ocurrido y que fue parte de “una riña”. Sin embargo, el fiscal descartó esa versión:
“¿Cómo va a ser riña si es un caballero de 70 años?”, le espetó el fiscal en la audiencia.
Martín De Los Santos quedó finalmente con arraigo nacional y firma mensual, mientras dura la investigación, la cual tendrá un plazo de 100 días. Pese a ello, el agresor insistió en que necesitaba salir del país debido a un viaje programado, lo que fue denegado por el tribunal.
Estado de salud de la víctima: riesgo de perder un ojo
Guillermo quedó con múltiples fracturas en el rostro y un ojo seriamente comprometido. Se estima que su proceso de recuperación podría extenderse por al menos un año.
“Está en shock, nervioso, llora a cada rato. Tiene pena y está psicológicamente muy mal”, afirmó su hijo, quien también criticó el trato preferente que —a su juicio— recibió el agresor.
La familia de la víctima se encuentra evaluando acciones judiciales, y no se descarta la presentación de una querella por lesiones graves y eventual intento de homicidio, dada la violencia del ataque.