El ministro de Seguridad Pública, Luis Cordero, calificó como un hecho “excepcional” y “grosero” la liberación de Alberto Carlos Mejía Hernández, sicario venezolano vinculado al Tren de Aragua e imputado por el asesinato del empresario José Felipe Reyes Ossa, conocido como el “Rey de Meiggs”.
Graves fallas institucionales
En conversación con Antofagasta TV, el ministro señaló que “es un caso grosero, por el encadenamiento que tiene, porque es un delito muy violento, hay sicariato, es un tipo que sale de la cárcel, que se entera el sistema institucional 3 o 4 días después de estar afuera, que tiene un mecanismo para poder salir del país sin identificarlo. Entonces por eso es grosero, de principio al fin”.
Impacto en seguridad pública y credibilidad institucional
Cordero advirtió que el hecho “tiene consecuencias muy corrosivas”, ya que pone en entredicho tanto la credibilidad del sistema de justicia como la seguridad pública. En esa línea, destacó que el Ministerio ha priorizado obtener resultados policiales rápidos, especialmente en delitos como el homicidio.
Una afrenta al trabajo policial
El secretario de Estado lamentó que, pese a la resolución policial del crimen en menos de 20 días desde su comisión, el implicado haya sido liberado: “Un homicidio que ocurre el 19 de junio y que luego es resuelto policialmente, por lo menos de los ejecutores materiales, en menos de 20 días, da cuenta de un trabajo policial impecable, y que a los pocos días ese sujeto esté libre, es también una especie de afrenta al trabajo policial”.
Revisión de protocolos y seguimiento del caso
Cordero explicó que, mientras la investigación sigue en curso, no debe detenerse el trabajo institucional. Además, señaló que el caso ha permitido revisar no solo los protocolos entre instituciones, sino especialmente cómo personas en situación irregular acceden a servicios estatales sin ser identificadas oportunamente.