El huevo es uno de los alimentos más versátiles y nutritivos que existen. Rico en proteínas de alta calidad, vitaminas del complejo B y minerales esenciales, es un ingrediente básico en la dieta de millones de personas en todo el mundo. Sin embargo, aunque es un alimento saludable para la mayoría, hay ciertos grupos que deben moderar su consumo para evitar riesgos en su salud.
A continuación, te explicamos quiénes son esas personas y por qué deberían tener precaución al incluir huevos en su dieta.
1. Personas con enfermedades cardiovasculares o riesgo de padecerlas
Uno de los grupos que debe limitar el consumo de huevos, especialmente la yema, son aquellas personas con enfermedades cardiovasculares o con un alto riesgo de desarrollarlas. La yema de huevo contiene una cantidad significativa de colesterol, lo que puede ser perjudicial para quienes ya tienen problemas relacionados con el corazón.
Según la doctora Rashmi Byakodi, especialista consultada por Eat This, Not That, «los pacientes con riesgo de enfermedad cardiovascular deben limitar su consumo de yema de huevo». Incluso, en casos de eventos como derrames cerebrales o infartos de miocardio, los médicos suelen recomendar suspender por completo el consumo de yemas.
¿Por qué la yema es un problema?
La yema de huevo es rica en colesterol dietético, que, aunque no afecta a todas las personas por igual, puede elevar los niveles de colesterol LDL (conocido como «colesterol malo») en quienes son más sensibles. Esto aumenta el riesgo de obstrucción arterial y otros problemas cardiovasculares.
2. Personas con colesterol alto
El huevo es un alimento que aporta una cantidad considerable de colesterol. Para una persona sana, consumirlo en cantidades moderadas no representa un problema. Sin embargo, si tus últimos exámenes médicos han mostrado niveles elevados de colesterol, es importante que reevalúes tu consumo de huevos.
En estos casos, lo más recomendable es consultar con un médico o nutricionista para ajustar la dieta y reducir la ingesta de alimentos ricos en colesterol, como la yema de huevo. Esto no significa eliminarlos por completo, pero sí moderar su consumo para evitar complicaciones.
3. Personas con alergia al huevo
La alergia al huevo es una de las alergias alimentarias más comunes, especialmente en niños. Aunque muchos la superan al llegar a la adolescencia, otros continúan presentando reacciones adversas a lo largo de su vida.
Los síntomas de esta alergia pueden incluir sarpullidos en la piel, inflamación de los ojos, congestión nasal, vómitos o diarrea. En casos más graves, puede desencadenar un shock anafiláctico, una reacción alérgica severa que requiere atención médica inmediata.
¿Cómo identificar una alergia al huevo?
Si al consumir huevos o alimentos que los contienen experimentas alguno de los síntomas mencionados, es crucial que acudas a un especialista para realizar pruebas de alergia. Evitar el consumo de huevos y productos derivados es la mejor manera de prevenir reacciones adversas en personas alérgicas.
Este artículo tiene un propósito informativo y no sustituye la opinión de un profesional de la salud. Si tienes dudas sobre tu dieta o condición médica, consulta siempre a tu médico o especialista.