La escasez hídrica amenaza a la Región de Coquimbo, poniendo en riesgo la seguridad alimentaria y el suministro de agua.
Ante el inminente riesgo de sequía, las autoridades y agricultores en la Región de Coquimbo han expresado su preocupación. La situación crítica se manifiesta en los embalses, cuyos niveles de agua están alcanzando cifras alarmantes.
Embalses en niveles críticos
En la provincia de Limarí, el agua embalsada representa solo el 4% de su capacidad. La situación más grave se observa en el embalse Cogotí, ubicado 19 kilómetros al norte de Combarbalá, que ha agotado completamente sus recursos hídricos.
Informe del Ceaza enciende alarmas
El Centro de Estudio Avanzados de Zonas Áridas (Ceaza) ha publicado un informe revelador sobre la situación de los embalses en la Región de Coquimbo. Según el organismo, la provincia de Elqui apenas tiene un 11% de su capacidad embalsada. En Limarí, esta cifra desciende dramáticamente al 4%, mientras que en Choapa se sitúa en un 43%.
Clima desfavorable durante años
El reporte del Ceaza resalta un preocupante patrón climático de los últimos años. «En los últimos cinco años, las precipitaciones han estado por debajo de lo normal», indicó el informe. Esta situación ha provocado que los caudales de agua se mantengan en valores mínimos por cuarto año consecutivo, afectando gravemente la disponibilidad de agua en la región.
Impacto en la agricultura y seguridad alimentaria
La sequía no solo amenaza el suministro de agua para consumo humano, sino que también pone en riesgo la producción agrícola. Los agricultores se enfrentan a la difícil tarea de mantener sus cultivos con recursos hídricos cada vez más limitados. Esta situación podría tener graves repercusiones en la seguridad alimentaria tanto a nivel regional como nacional.
Acciones necesarias ante la emergencia
Frente a este escenario desalentador, las autoridades y la sociedad en su conjunto deben tomar medidas urgentes. Se necesitan políticas de gestión del agua más eficientes, así como inversiones en infraestructuras para la captación y almacenamiento de agua. Además, es fundamental promover prácticas agrícolas sostenibles que reduzcan la presión sobre los recursos hídricos disponibles.