El Ministerio de Obras Públicas (MOP) presentó el Plan Nacional de Infraestructura Pública, una estrategia que orientará las inversiones estatales en los próximos 30 años. Dentro de este marco, el seremi Javier Sandoval adelantó un proyecto que busca transformar la conectividad regional: una carretera que una las comunas del interior de la Región de Coquimbo, entre ellas Illapel, Combarbalá, Punitaqui y Ovalle, extendiéndose hacia el sur hasta San Felipe y Los Andes, sin depender de la Ruta 5.
Una vía alternativa por los valles
La iniciativa contempla un trazado por Río Hurtado, con conexión a Vicuña y proyección hacia Tierra Amarilla, en la Región de Atacama. Además, el camino permitiría vincularse con el Paso de Agua Negra a través de la Ruta 41. Según Sandoval, se trata de una medida para reducir la vulnerabilidad de contar con un solo eje troncal y fortalecer las rutas interiores.
Tren de carga en evaluación
El plan también considera reactivar un tren de carga entre Los Vilos y Coquimbo, con la posibilidad de evolucionar hacia un servicio de pasajeros. “Es una propuesta trabajada con distintos ministerios y un consejo de expertos, que abre la puerta a alianzas público-privadas”, comentó el seremi.
Reacciones locales y empresariales
El alcalde de Punitaqui, Pedro Araya, valoró la propuesta, destacando que mejoraría la conectividad rural, aún limitada por caminos sin pavimentar. En tanto, la alcaldesa de Río Hurtado, Carmen Juana Olivares, pidió acelerar los estudios de ingeniería, advirtiendo que las actuales rutas no soportarían un mayor flujo vehicular.
Desde el sector privado, Ricardo Guerrero, gerente de CIDERE, sostuvo que depender de un solo corredor vial es una debilidad estratégica y que un segundo eje longitudinal aportaría integración territorial, seguridad y eficiencia en el transporte.