Falla crítica en línea Cardones-Polpaico y baja disponibilidad de generación agravan la crisis energética en la zona central.
Las principales generadoras del país advirtieron una situación crítica en el Sistema Eléctrico Nacional (SEN), que podría derivar en racionamientos de energía si no se toman medidas urgentes. El escenario actual surge tras una nueva falla en la misma línea de transmisión que colapsó en febrero, sumado a una serie de contingencias que presionan al sistema.
Falla en línea Cardones-Polpaico reabre crisis de transmisión
El Coordinador Eléctrico Nacional confirmó que el lunes 16 de junio se detectó una doble falla en los circuitos de la línea Nueva Pan de Azúcar–Polpaico, infraestructura clave operada por Interchile. La línea quedó completamente fuera de servicio, con un plazo estimado de reparación de cinco días, afectando el flujo de energía desde el norte al centro del país.
Este incidente reactivó la fragilidad del sistema de transmisión nacional, expuesta por el masivo apagón ocurrido meses atrás, y pone en duda la robustez operativa de las redes troncales que unen Arica con Chiloé.
Zona centro-sur al límite: escasez de gas, embalses secos y centrales fuera de línea
Las generadoras Enel Generación y Acciona Energía alertaron que el sistema ya se encuentra en condición de emergencia, especialmente en la zona centro-sur. A la falla en transmisión se suman:
- Indisponibilidad del complejo Nehuenco por falta de gas natural.
- Baja disponibilidad de embalses, con tres en estado de agotamiento.
- Menores reservas de gas en general.
- Fallas en dos centrales térmicas clave.
Este coctel de factores ha obligado a despachar centrales diésel con altos costos operativos para cubrir la demanda, con valores que llegaron hasta los 504,3 US$/MWh, según Enel, una cifra inusualmente alta que pone al sistema al borde del racionamiento eléctrico.
Generadoras exigen activar centrales a diésel para evitar el colapso
Ambas empresas solicitaron formalmente al Coordinador Eléctrico que ordene el despacho inmediato del complejo Nehuenco operando con diésel, con el objetivo de asegurar el suministro y evitar racionamientos.
«El sistema ha estado al borde del racionamiento», advirtió Enel, señalando que no activar Nehuenco con diésel ha incrementado el riesgo. Acciona se sumó a la exigencia, enfatizando la necesidad de preservar la seguridad y continuidad del abastecimiento energético.
Desde el sector eléctrico se espera una respuesta urgente y coordinada, ya que nuevos eventos podrían desencadenar cortes programados o fallas masivas en la distribución eléctrica.