El Presidente Gabriel Boric promulgó este jueves una nueva ley de adopción, cuyo objetivo principal es simplificar los procesos para integrar a niños, niñas y adolescentes a una familia, garantizando siempre el respeto a sus derechos.
La norma, que tardó 12 años en ser aprobada por el Congreso, fue finalmente despachada el 16 de junio de este año. Desde el Patio de Las Camelias del Palacio de La Moneda, el Mandatario calificó la promulgación como una «tremenda alegría», señalando que esta legislación «viene a actualizar y a mejorar este proceso para poder resguardar y garantizar de mejor manera los derechos de niños, niñas y adolescentes».
Durante su intervención, Boric reconoció que el Estado de Chile, sin importar quién ocupe la Presidencia, no estaba cumpliendo con su deber más primordial: garantizar el bienestar superior de la niñez más vulnerable. Enfatizó la importancia de la nueva ley afirmando que su promulgación, tras una demora de 12 años, era un logro significativo.
El Presidente también abordó las razones detrás de la extensa tramitación parlamentaria, atribuyéndola a “sesgos ideológicos” y “discusiones técnicas”. Subrayó las consecuencias humanas de esta demora: “cuando los políticos no somos capaces de ponernos de acuerdo en plazos razonables hay gente detrás que sufre, y en este caso son niños”. Recordó además que, hace ocho años, existían 1.313 niños que habían fallecido mientras estaban bajo custodia del Estado, ya sea permanente o ambulatoria.
Principales puntos de la nueva ley de adopción
La legislación establece que la finalidad del proceso de adopción será siempre amparar los derechos de los menores de edad, especialmente el derecho a vivir en familia y el derecho a ser oído. En esta línea, la selección de la familia adoptante se definirá con base en el interés superior del niño.
Uno de los cambios más relevantes es que se elimina la rígida prelación anterior, permitiendo que matrimonios, personas solteras o parejas con acuerdo de unión civil tengan las mismas posibilidades de iniciar un proceso de adopción.
La ley también contempla que las familias de acogida que hayan tenido a un menor bajo su cuidado durante al menos 18 meses consecutivos podrán postular a su adopción.
Además, la normativa garantiza que los menores adoptados puedan mantener contacto con su familia de origen, incluyendo hermanos consanguíneos, ascendientes o personas significativas, según sus necesidades particulares. Con ello, se asegura el derecho a conocer sus orígenes, una dimensión clave en el resguardo de la identidad y bienestar de los niños, niñas y adolescentes involucrados.