El observatorio Atacama Large Millimeter/submillimeter Array (ALMA), uno de los más avanzados a nivel mundial, está ubicado en el norte de Chile. En un reciente capítulo de «Cambio de Grado», Laura Batista conversó con Theodoro Nakos, astrónomo y miembro del equipo de desarrollo de ALMA, sobre el funcionamiento de este importante observatorio y los desafíos que enfrenta.
¿Cómo Opera el Observatorio ALMA?
El astrónomo explicó que ALMA no es un telescopio tradicional con lentes y espejos. En lugar de eso, se trata de un conjunto de 66 antenas parabólicas que pueden moverse, lo que facilita una mejor exploración del cielo. Estas antenas se pueden ajustar, permitiendo extender y contraer el alcance del radiotelescopio hasta 15 kilómetros.
Las antenas de ALMA trabajan en conjunto, enfocando sus señales hacia un mismo cuerpo celeste, pero desde diferentes puntos. Este arreglo permite obtener una imagen mucho más detallada y precisa, funcionando prácticamente como un único telescopio de gran tamaño.
¿Por qué se Instaló en Chile?
Chile fue elegido para albergar ALMA debido a varias razones, principalmente su ubicación geográfica y condiciones climáticas ideales. Nakos destacó que el cielo chileno es uno de los más limpios y despejados, lo que permite una observación detallada del espacio. Además, Chile ofrece una infraestructura tecnológica de alta calidad, con un marco internacional que facilita la importación y exportación de instrumentos científicos.
La estabilidad política y económica del país también juega un rol clave, permitiendo proyecciones a largo plazo para grandes inversiones, como las necesarias para mantener un observatorio de esta magnitud.
Además, Chile está en proceso de construcción de tres mega telescopios, incluido el Telescopio Europeo Extremadamente Grande (E-ELT), que se perfila como el mayor de la humanidad.
Los Desafíos en la Observación
ALMA ha permitido a los astrónomos detectar señales generadas por planetas en formación, una contribución valiosa para la investigación astronómica. Sin embargo, a pesar de estar en un lugar privilegiado, ALMA no está exento de desafíos. Uno de los principales problemas es la creciente cantidad de satélites en el espacio, los cuales complican la observación de los cuerpos celestes.
Afortunadamente, el observatorio no se ve afectado por la contaminación lumínica, un problema común en otros observatorios situados cerca de zonas urbanas.
Impacto del Cambio Climático en ALMA
Nakos también abordó el impacto del cambio climático en el funcionamiento de ALMA. El astrónomo explicó que la variación de temperatura entre el día y la noche en el desierto de Atacama afecta las observaciones. Para mitigar estos efectos, ALMA cuenta con un corrector de temperatura que mide constantemente las condiciones climáticas.
A pesar de los avances tecnológicos, el cambio climático es una preocupación constante, ya que puede afectar el funcionamiento a largo plazo de las instalaciones de investigación.
Conclusión
ALMA sigue siendo uno de los observatorios más avanzados y prometedores en la investigación astronómica. Gracias a su ubicación estratégica y a las tecnologías innovadoras, está permitiendo descubrir detalles impresionantes sobre el universo. Sin embargo, enfrenta desafíos como la contaminación satelital y el cambio climático, que podrían afectar su operatividad en el futuro.