Un nuevo grupo de chilenos será repatriado desde Estados Unidos en medio de las medidas migratorias más estrictas aplicadas por la administración Trump. Esta vez, el vuelo trae a bordo solo 15 connacionales.
A diferencia de las dos operaciones anteriores que superaron los 40 pasajeros, este nuevo traslado —coordinado entre ambos gobiernos— se mantiene bajo estricta reserva hasta su aterrizaje, momento en el cual la PDI procederá a verificar la identidad de los pasajeros.
Menor número de deportados y hermetismo oficial
El ministro secretario general de la Presidencia, Álvaro Elizalde, confirmó la llegada del avión procedente de EE.UU., aunque evitó entregar mayores antecedentes antes de que se concrete el aterrizaje.
“La información detallada se entregará una vez que el vuelo se realice”, dijo, reiterando que existe un protocolo de cooperación entre la embajada de Chile en EE.UU. y las autoridades norteamericanas para conocer la identidad de las personas deportadas.
El número preliminar de repatriados en esta ocasión es considerablemente inferior: se habla de 15 chilenos, en comparación con los 45 del primer vuelo (23 de mayo) y los 43 del segundo (6 de junio).
¿Está entre ellos el chileno acusado de robar a una autoridad?
Uno de los puntos que más llamó la atención fue la posibilidad de que en este tercer vuelo viaje un chileno detenido en abril por presuntamente robarle a Kristi Noem, secretaria de Seguridad Nacional. No obstante, el ministro Elizalde se negó a confirmar esa versión: “Los detalles los vamos a entregar una vez que este se realice”, reiteró.
Elizalde también explicó que, una vez en suelo chileno, la Policía de Investigaciones revisará si alguno de los repatriados tiene órdenes de detención pendientes, en cuyo caso serán entregados a la justicia local.
“Si una persona ha cometido delitos en Estados Unidos, por el principio de territorialidad tiene que ser juzgado y sancionado allá”, aclaró el secretario de Estado.
Reacciones tras los vuelos anteriores: denuncias por maltratos
Cabe recordar que, tras los dos vuelos anteriores, varios de los chilenos deportados denunciaron abusos durante su retención por parte de las autoridades estadounidenses, incluyendo malos tratos físicos y condiciones de encierro degradantes.
En el primer grupo, tres personas tenían órdenes de detención vigentes en Chile, mientras que en el segundo, solo tres de los 43 repatriados estaban vinculados a delitos. La mayoría fue deportada por haber superado el límite de permanencia de 90 días permitido por la Visa Waiver.